Cómo cocinar espárragos
Previa manipulación culinaria del espárrago fresco, debemos observar la turgencia de los turiones. Si observamos que el espárrago está algo flácido, dejar la base del manojo en un recipiente con agua, en lugar fresco durante 4 horas como mínimo, de esta forma el espárrago recupera la turgencia natural que tenía antes de su recolección.
Recomendaciones al cocinar espárragos:
Se recomienda integrar este producto en platos calientes para conseguir apreciar su aroma en toda su intensidad.
Cocinar siempre el espárrago con AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra) para mantener la calidad y sabor del producto.
Para su correcta conservación, mantener los manojos entre 4-8ºC.
En función del grosor del espárrago se aconseja utilizar:
Los más finos para tortilla o revueltos. Son los más usados en la tradición popular de Huétor Tájar.
Los medios para guisos, sopas y cazuelas.
Los gruesos para guarniciones, cocidos o a la brasa. Si tienen un tamaño extra grueso se recomienda cortarlos por la mitad para asegurarnos de que se hacen bien por dentro.
Cualquier calibre es adecuado para hacerlos a la plancha. Se hacen a fuego lento y se añaden escamas de sal al final.
En función del tipo de cocinado se recomienda:
Para rehogar:
Con un poco de aceite de oliva virgen, a fuego fuerte, cuidando que el espárrago quede entero y no se deshaga.
Para cocerlos:
En agua con sal, se ata el manojo con cinta de tela, se deja la cabeza fuera del agua y se cuecen al vapor durante 10-15 minutos.
Elaboraciones con espárrago en conserva:
Se recomienda lavar previamente el producto antes de cocinarlo si se desea un sabor más suave y menos ácido.
El espárrago púrpura:
Es ideal para consumir en crudo ya que cuenta con un sabor dulce que lo hacen ideal como ingrediente para ensaladas. Al incluirlo en platos fríos se mantiene el color morado intenso que lo hace tan característico, por lo que sólo necesita ser lavado y troceado al gusto. También, delicioso a la plancha o a la brasa.