En el proceso de conserva de la alcachofa, sólo usamos la parte más tierna y carnosa, los denominados corazones de alcachofa, así se logra mantener de forma íntegra las propiedades nutricionales del alimento, además de alargar su vida útil varios años preservando la calidad y seguridad alimentaria del producto. Por otro lado, permite consumir las alcachofas de forma rápida y sencilla, por lo que se convierte en el procesamiento perfecto de verduras para su consumo como alternativa al fresco.